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Urbano

La colaboración comienza con usted

  • Foto del escritor: Carlos DĆ­az Lastreto
    Carlos DĆ­az Lastreto
  • 30 sept 2019
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 23 dic 2019


Una novela de negocios escrita por Ken Blanchard y su equipo donde narran las peripecias de un gerente que no consigue resultados donde ademÔs las relaciones entre los integrantes de su equipo estÔn marcadas por la falta de colaboración, los silos, la desconfianza y el juego político. Y tiene la suerte de encontrarse con su cuñada, una exitosa britÔnica que le enseña en sus conversaciones acerca de los principios y prÔcticas de la colaboración, ideas que al comenzar a aplicarlas le significan mejorar sus resultados, cambiar las relaciones y desarrollarse en la organización.

He escrito sobre trabajo colaborativo en este blog ya que es un tema que me parece especialmente valioso en la vida organizacional. Sostengo que cuando la colaboración ocurre espontÔneamente en un equipo de trabajo la tarea del líder es reforzar y mantener dicha colaboración, cuidando la creación de contexto para que ello se mantenga. Sin embargo cuando dicha colaboración falta la tarea del líder es trabajar para que dicha colaboración aparezca y se mantenga en el tiempo.

Me gusta el planteamiento de Goffee y Jones, quienes en su trabajo sobre cultura organizacional distinguen dos maneras de generar vínculos entre los seres humanos: la sociabilidad y la solidaridad. La primera es que las personas se conectan porque se quieren, se estiman, disfrutan estando juntos y, la segunda, las personas se unen dado que tienen un propósito común, un objetivo. Incluso podría pensarse que no es necesario que las personas sean amigas, ni que se quieran, sólo que tengan un propósito compartido. Este último es el caso de las organizaciones. Por ello que es muy importante generar prÔcticas de colaboración desde la solidaridad y el trabajo del líder es fundamental para que ello ocurra.

El libro ā€œLa colaboración comienza con usted ā€œ de Blanchard narra de un modo pedagógico y entretenido las ideas del autor, que de este modo escapa del formato tradicional del texto que expone ideas y las ejemplifica, sin embargo, me quedo con la idea que simplifica mucho. AdemĆ”s, como cuando los terapeutas narran sus casos, solo cuentan las historias exitosas y no narran las historias de fracasos y de porque sus modelos no funcionan.

Según el autor la colaboración tiene que ver con tres Ômbitos: corazón, cabeza y manos, cada uno de los cuales representa un Ômbito distinto de colaboración. El corazón se refiere al carÔcter y las intenciones, la cabeza se refiere a lo que se sabe, lo que se cree y las actitudes hacia la colaboración. Las manos a las acciones y el comportamiento durante la colaboración.

A partir de ello, esboza para cada dominio las mejores prƔcticas, sugiriendo muchas acciones en cada una de ellas.

Dominio 1: El Ômbito del corazón:

1.- Utilice las diferencias:

- Sea un modelo.

- Activamente busque opiniones de una variedad de fuentes.

- Promueva la idea que los desacuerdos respetuosos son constructivos.

2.- Nutra la seguridad y la confianza:

- Sea un modelo.

- Construya confianza.

- Cultive un ambiente seguro y de colaboración.

Dominio 2: El Ɣmbito de la cabeza:

1.- Involucrar a otros en la creación de un propósito claro, valores y metas.

- Sea un modelo.

- Alinee los propósitos y valores de su proyecto con los de la organización.

- Cree un acta constitutiva para cada proyecto.

Dominio 3: El Ɣmbito de las manos:

1.- Discuta abiertamente

- Sea un modelo.

- Promueva que todos compartan y aprendan.

2- Opte por empoderarse y empoderar a los demƔs.

- Sea un modelo.

- EmpodƩrense mutuamente.

Al revisar las mejores prÔcticas propuestas por el autor, surge una que se repite en todas ellas: sea un modelo. Ya decía Kouzes y Posner a propósito de la credibilidad del líder la importancia de hacer lo que se dice o dar el ejemplo. Evidentemente si el líder habla de la importancia de la colaboración pero en sus prÔcticas cotidianas no hace nada que demuestre aquello la colaboración queda como un discurso vacío.

Cuanto de ello ocurre en organizaciones donde el lĆ­der ocupa el tiempo en relaciones no colaborativas, donde los premios se entregan a quienes compiten, no a quienes colaboran y donde el lĆ­der privilegia los resultados de corto plazo por sobre las relaciones de largo plazo.

Buen tema para seguir avanzando y aprendiendo.

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